El mágico desierto marroquí
Con sus desiertos llenos de dunas de arena resplandecientes, Marruecos hace honor a su famoso nombre de "Tierra de Dunas".
Embárquese en una experiencia original en el desierto y viva una aventura de glamping.
El desierto de Merzouga
Tranquilidad y un cambio total de escenario... el desierto de Merzouga, perfecto como una foto, le promete sol y luna.
Dunas de 5 km de largo, huellas de fennec, paisajes donde resuena el silencio... ¿Ya lo oye?
El irresistible encanto de Merzouga atrae cada vez a más visitantes de todo el mundo, tentados por la experiencia del desierto.
Una vez allí, se pueden admirar pintorescos paisajes con impresionantes formas geológicas: la Kasbah de Aït Benhaddou, las Gargantas del Dades y el Valle del Drâa.
Las dunas de Merzouga, perfectas para una postal, ofrecen una gran cantidad de actividades para disfrutar, como el popular sandbording o el Amazigh Surfing.
Con olas altas, ¡las descargas de adrenalina están garantizadas!

El desierto de Zagora
En pareja o en solitario, el desierto de Zagora es un "must do & see" en Marruecos. Tanto si alquila un 4×4 como un buggy, los retos son enormes y pueden satisfacer todos sus deseos.
Mientras atraviesa el árido desierto, no olvide detenerse a admirar los lugares históricos, como la Kasbah Aït Benhaddou. Es imposible permanecer indiferente al encanto de este extraordinario conjunto de varias películas.
Las fortalezas y kasbhas del valle del Drâa no dejan de sorprender a los visitantes; ¡le esperan mil y una historias!
Al final del viaje, la ciudad de Zagora le llevará a un viaje de sensaciones y sabores. Rodeado de su palmeral y dominado por un macizo rocoso.
Empápese de la atmósfera del paisaje, dé un paseo en camello y despeje su mente al atardecer. No olvide añadir una noche bajo las estrellas a su velada.

El desierto de Agafay
A sólo treinta minutos de Marrakech, ¡aspire a la libertad!
Conduzca por el desierto de Agafay y disfrute de las interminables extensiones de arena a bordo de un 4×4 o un buggy. Déjese llevar por las increíbles dunas rocosas. Salga de los caminos trillados y experimente las noches bajo las estrellas o en un vivac.
En medio del desierto: un pequeño y hermoso oasis le espera. Como pequeño tesoro enclavado en lo más profundo del desierto, le sorprenderá: plantas, tortugas, ranas... ¡Un descanso del ajetreo es bien merecido después de un largo viaje!
Para no quedarse atrás, los pueblos amazigh ofrecen vistas panorámicas y le sumergen en la cultura amazigh. Acérquese a los aldeanos, refrésquese con un té y sumérjase en un momento de pura alegría, siguiendo los ritmos de su música tradicional.
